Pepe Díaz amenaza con denunciarme si publico el vídeo que grabamos juntos
¿Qué vídeo?
El 69.
Te cuento.
Hace unos días hice un viaje de casi 600 kilómetros hasta Almería para verme con Pepe.
Quedamos por la mañana, bien temprano, en mi hotel.
Justo había terminado de vestirme y maquillarme cuando recibí su whatsapp.
«He llegado», decía el mensaje.
Respiré hondo varias veces para tratar de relajarme, me miré en el espejo para revisarme el maquillaje y arreglarme el pelo por última vez, y bajé.
Allí estaba Pepe.
Me monté en su coche y empezó el desmelene.
«Che, ¿por qué no lo grabamos todo en vídeo», le sugerí.
«¿Todo… todo?», preguntó él, agitado.
«Todo… todo», le respondí, guiñándole un ojo.
Grabé el 69 con Pepe Díaz.
Con público, en vivo.
Cuando terminamos, nos cambiamos y fuimos a comer a un chiringuito en la playa.
Tapas, paella y tinto de verano.
Charla, risas y buena onda.
Pero antes de despedirnos me confesó algo:
«No estoy seguro de lo que hemos hecho».
«Haberlo pensado antes, boludo», le respondí riendo.
«No se te ocurra publicarlo», me advirtió».
«Ya veremos», le dije.
Me di la vuelta y me marché.
En su último mensaje Pepe amenaza con denunciarme si publico la grabación.
¿Pero sabes qué?
Hay tanto valor en ese vídeo que sería un crimen no hacerlo.
Un vídeo de casi una hora en el que Pepe Díaz se desnuda y me cuenta cómo la ignorancia financiera y la avaricia de los bancos acabó arruinando a su mamá. Y como eso le llevó a descubrir bitcoin, la blockchain y las finanzas descentralizadas como armas para defenderse y que no le volviera a ocurrir.
Lo explica de tal manera que hasta una rubia como yo es capaz de entenderlo.
Eso creo…